
Los futuros compradores de una propiedad inmobiliaria miran todo mucho y muy bien antes de dar el último –pero decisivo- paso: miran el precio pero también el estado de la casa en general. He ahí una clave muy importante para conseguir la venta: la casa debe entrar por los ojos, es decir, ha de resultarle atractiva al comprador.
Pero puede que al futuro comprador de nuestra casa no le guste nuestra decoración ni quiera ver fotos nuestras. Una solución para prepararla y así conseguir venderla más pronto es la del Home Staging, una técnica de marketing inmobiliario muy habitual en Estados Unidos y Europa y que en los últimos años está tomando bastante fuerza en nuestro país.
Los expertos comentan que los resultados tras aplicar el método del Home Staging son extraordinarios. Tras colgar en los portales inmobiliarios de Internet las fotografías con el “nuevo look” de la casa, las visitas se multiplican, los días de espera para la venta pueden reducirse de 130 a tan sólo 35.
El significado en español de este término viene a ser algo así como “puesta en escena de la casa”. Se trata de “redecorar” nuestro hogar para que quede de una forma más neutral, a gusto de todo el mundo y así conseguir llamar la atención de los posibles compradores. Todo ello con una inversión mínima… nada que ver con la de una verdadera reforma, ya que no deja de ser un lavado de cara para que nuestra vivienda en venta consiga ser un espacio más iluminado.
¿Sabéis de esas paredes en tonos beige, gris claro, blanco roto? ¿Y de esos muebles minimalistas y modernos? ¿O de esos muebles de madera con un toque vintage que tanto vemos en revistas de decoración y tendencias ahora? Pues más o menos así es como quedaría una propiedad lista para la venta tras ponernos en manos de un/-a home stager profesional. Neutral pero… ¡mucho más atractiva a ojos de todo el mundo!
A veces, más que añadir nuevos muebles y elementos decorativos, hay que quitar, sobre todo viejos electrodomésticos de la cocina para ofrecer un aspecto más “limpio” en general y así conseguir despersonalizar la casa también. En el salón y en el resto de las habitaciones y estancias se trata de mantener pocos muebles (pero siempre útiles) y también pocas figuras y elementos decorativos, además de cambiar elementos textiles como cortinas y edredones por otros con colores más neutros o modernos. Los sofás, además, siempre se pueden cubrir con una funda de un color clarito (beige, marrón claro…), especialmente si son viejos.
Para conseguir aumentar la iluminación y que nuestra casa parezca de revista, siempre podemos darle una mano de pintura blanca. Si la vivienda estuviese vacía (da la sensación de ser pequeña), se amuebla y se moderniza. En este caso, los muebles pueden ser de alguna franquicia low cost o hasta pueden ser de cartón para ver e imaginar cómo se podrían distribuir en el espacio. Sólo en el caso de que la casa necesite una gran reforma, lo más razonable sería vaciarla del todo y ponerle un precio acorde a la reforma que necesita para que los futuros dueños la rediseñen a su gusto.
El presupuesto es bastante accesible y económico. El precio de las modalidades más básicas de Home Staging suele rondar los 200 o 300 euros. El modo más completo, incluyendo algo de mobiliario y unas fotografías profesionales, puede ascender a unos 2.000 €.
¡Hola! Mi nombre Victor Deco de Castro y llevo mas de 25 años en este sector. Soy asesor y consultor inmobiliario...
Noticias relacionadas